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Nacen dos
quetzales en El Nido de Ixtapaluca: Fotos
Al
romper el cascarón pesan 12 gramos y suben cada día 1.5 a 2 gramos al ser
alimentados con pedazos de ratón lactante y una pasta con nulo contenido de
hierro
Josué
Huerta
21
de mayo 2012
12:25
La cámara web capta la
respiración agitada del pequeño quetzal a grado tal que sus diminutas costillas
alcanzan a verse con cada seseo. Apenas tiene dos minutos de nacido pero él y
su hermano, que rompió el cascarón cinco días antes, tienen 30 mil seguidores
por internet de 56 países diferentes, por cierto muy pocos son de México.
Los ancestros de ambos polluelos
sufrieron la depredación forestal de su hogar, la reserva del Triunfo, Chiapas,
en donde la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat),
estima que existen tres quetzales por cada 16 hectáreas, cifra que hace pensar
que la especie no está en riesgo, sin embargo hay que considerar que este
bosque tiene apenas 120 mil hectáreas que siguen disminuyendo.
Por lo menos estas crías de
quetzal hoy están vivas, saludables, cuidadas e investigadas al igual que sus
padres y otros dos de sus hermanos en “El Nido” un aviario ubicado en el municipio
de Ixtapaluca al oriente del Estado de México, considerada una de las zonas de
mayor pobreza de la entidad.
“El Nido” logró la reproducción
en cautiverio de esta especie luego de que el fundador de este centro, el
fallecido doctor Jesús Estudillo López, descubriera que era el hierro en los
alimentos el que hacía que los quetzales no vivieran mucho tiempo fuera de su
hábitat: los bosques de niebla.
Estos polluelos aún no alcanzan
la belleza del largo plumaje de sus padres, la primera generación de quetzales
en cautiverio en este aviario. Mientras crecen son colocados en incubadoras a
temperaturas de entre 34 y 36 grados centígrados, las cuales van disminuyendo
conforme a su desarrollo.
Al romper el cascarón, explica
María Palma Irizarry, titular de Investigación en “El Nido”, pesan 12 gramos y
suben cada día 1.5 a 2 gramos al ser alimentados con pedazos de ratón lactante
y una pasta con nulo contenido de hierro.
Palma Irizarry carga con cuidado
al hermano mayor de los dos polluelos recién nacidos. “Mucha gente que los
sigue en vivo a través de internet se pregunta por qué no los dejamos con los
papás para que los críen. Lo que se trata de hacer con la reproducción asistida
es que este logro sea mucho mayor, si nosotros les retiramos los huevos ellos
se estimulan y vuelven a pone entonces en lugar de tener dos huevos podemos
tener cuatro huevos por temporada”.
Explica que una vez que se logró
la reproducción y la hembra pone, la supervivencia de los polluelos dependerá
de una incubación óptima. De forma natural, es decir sin la intervención de los
especialistas, únicamente el 20% de los pollos se da, “es así como comprobamos
que la reproducción asistida es más eficiente”.
En la actualidad existen 400
parejas en todo el mundo. Además de “El Nido”, un zoológico en Chiapas, los ha
empezado a criar en México. María Palma señala sin embargo que no porque
existan parejas de quetzales está garantizada la reproducción, todavía falta
que ambos sean viables para tal fin.
Indica que esta es el ave nacional
de Guatemala en donde también está al borde de la extinción, ahí es considerada
como símbolo de la libertad. Pues incluso una leyenda afirma que antes de la
conquista española en Guatemala el quetzal solía cantar de forma muy bella y
dejó de hacerlo, por lo que se cree que volverá a cantar del mismo modo hasta
que la tierra sea de nuevo libre.
La doctora considera que a pesar
de la diversidad de aves que existen en México, la población no aprecia mucho a
las diversas especies, por lo que ni el gobierno, ni la iniciativa privada
brinda apoyo económico para su preservación.
De tener éxito la reproducción
asistida, a estos pequeños quetzales nacidos el lunes y sábado pasado,
respectivamente, les espera una vida de 15 años, quizá un poco más.
Aunque María Palma Irizarry no
solo anhela eso, quiere que la gente se interese por las aves como ella, como
el doctor Jesús Estudillo, como en Estados Unidos en donde los numerosos
observadores de aves ayudan informando sobre la migración de diversas especies,
donde realizan donaciones para su preservación.
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