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domingo, 30 de septiembre de 2018

Las tiernas imágenes de la cría de dril nacida en el Bioparc de Valenci


El bebé de este amenazado primate africano ya puede verse en el parque fuertemente agarrada a su madre


EL PAIS
La cría de dril, junto a Abuja y Rafiki, sus padres.
La cría de dril, junto a Abuja y Rafiki, sus padres.
Rafiki y Abuja están de enhorabuena. La pareja de monos dril (mandrillus leucophaeus), una de las especies de primates más amenazadas de África, acaban de ser padres en el Bioparc de Valencia, uno de los tres parques zoológicos de España en los que pueden verse estos animales. Es el tercer nacimiento en este mes en el citado recinto, tras el alumbramiento de Pepe, el "cuarto gorila valenciano". y una gacela Mhorr, una especie extinta en su hábitat natural.
El bebé de dril con su madre.
El bebé de dril con su madre.
El parque ha emitido un comunicado en el que explica que la cría de dril, de la que aún se desconoce el sexo, es hija del macho Rafiki y la hembra Abuja. El bebé "ya puede verse fuertemente agarrado a su madre en la zona que recrea los bosques de ribera de África ecuatorial". La gestación de esta especie dura 180 días y su esperanza de vida está alrededor de los 28 años, siempre según Bioparc.
El dril, un primate poco conocido, presenta un evidente dimorfismo sexual, explica Bioparc, con un macho "muy llamativo". "De imponente porte y prominentes colmillos, su cara negra que parece una máscara, destaca sobre el pelaje marrón grisáceo teñido de verde aceituna. Desarrolla una corona que le asemeja a un león y unos vivos colores azul púrpura en las nalgas y rojo intenso bajo del labio y en la zona genital".
La cría ha nacido dentro del Programa Europeo de Conservación de Especies Amenazadas. El grupo reproductor valenciano está formado por dos hembras adultas y un macho que viven con los hijos nacidos de cada una de las hembras. En su vida salvaje, sus principales depredadores son el hombre, el águila coronada y el leopardo. Son omnivoros y su alimentación se compone de tubérculos, raíces y brotes vegetales que complementan con gusanos, ranas, lagartijas y pequeños mamíferos.

Pareja de pingüinos gay secuestra a una cría que los padres habían abandonado


La pareja de pingüinos gay que secuestraron a una cría que los padres habían abandonado





27 de Septiembre, 2018 - 15h07

Hay drama familiar en un zoológico de Dinamarca.
Los implicados en la trama son una pareja de pingüinos gay, un bebé pingüino y sus padres, acusados de abandonarlo.
Los hechos ocurrieron en la ciudad de Odense y una cuidadora del zoológico tuvo que intervenir para evitar que la situación terminara en tragedia.
Todo comenzó el martes 24 de septiembre cuando la pareja de pingüinos gay secuestraron al pequeño ante un descuido de sus padres.
 
 "Creo que la hembra había salido a bañarse, así que era el turno del macho de cuidar a la cría", le dijo Sandie Hedegard, cuidadora del zoológico, a la cadena de televisión danesa DR.
Según el relato de Hedegard, ante un descuido del padre, a la pareja de pingüinos gay les dio lástima ver al bebé abandonado y decidieron quedarse con él.
Pingvindrama: Unge genforenes med forældre
Nyt i sagen om den kidnappede pingvin! -- Efter et døgn måtte vores dyrepasser Sandie gribe ind for at få ungen tilbage til sine forældre. Det udløste en kamp blandt de to pingvinpar, men som erstatning for ungen har Sandie givet de to hanner et pingvinæg, som de kan passe i stedet. Nu er der igen fred og idyl i pingvinanlægget.--
Publicado por Odense Zoo en Martes, 25 de septiembre de 2018
"Yo esperaba que los padres llegaran y exigieran que devolvieran a su hijo", cuenta Hedegard. "Pero el macho deambulaba como si no tuviera un hijo, aunque la hembra sí parecía buscarlo un poco".
En todo caso, al día siguiente los padres por fin reaccionaron y emprendieron el rescate de su hijo.
Un video grabado por Hedegard muestra el dramático momento en el que los padres se enfrentan a los secuestradores para recuperar a su hijo.
En las imágenes se ve a los pingüinos graznando y agitando sus aletas ferozmente, mientras los secuestradores parecen tratar de ocultar a la cría.

Todo ello ocurre mientras otros pingüinos observan la escena.
Después de unos instantes, Hedegard interviene y toma a la cría para devolvérsela a sus padres.
Pero el final no fue del todo triste para la pareja gay.
Ante su imposibilidad pero evidentes ganas de tener un hijo, Hedegard tomó el huevo de una madre pingüino que no era capaz de empollarlo y se lo entregó a la pareja para que fueran sus padres adoptivos.
Por ahora la calma volvió al zoológico de Odense, aunque no se sabe si los padres del pequeño recapacitarán luego de esta amarga experiencia. (I)

jueves, 6 de septiembre de 2018

Masacre en África: cazadores furtivos matan a más de 90 elefantes en Botsuana


GAROBONE, BOTSUANA (AFP).- Al menos 90 elefantes muertos, con los colmillos arrancados, fueron encontrados en las últimas semanas en Botsuana, en donde recientemente las autoridades desarmaron a las unidades encargadas de luchar contra los traficantes de marfil.
La ONG Elefantes sin Fronteras y el ministerio de Fauna y Parques Nacionales del país recopilaron estas cifras tras realizar un recuento aéreo de la población paquidérmica de Botsuana.
"Comenzamos el recuento el 10 de julio y hasta ahora hemos contado 90 cadáveres de elefantes", explicó el responsable de la ONG, Mike Chase. "Cada día encontramos más", agregó.
"La mayoría fueron asesinados por balas de gran calibre", continuó el defensor de faunas. "Se trata del episodio más grave de caza furtiva en África que jamás haya conocido", prosiguió.
El ministro de Turismo local, Tshekedi Khama, confirmó la amplitud de la masacre. "Sé que el balance alcanza a un número de dos cifras, algo muy elevado para Botsuana", declaró. "Estoy muy preocupado, muy inquieto", añadió.
Por su parte, el patrón de Elefantes sin Fronteras se encargó de aclarar que estas muertes se produjeron unas semanas después de la controvertida decisión de las autoridades de Gaborone de desarmar a sus "guardabosques", precisamente especializados en la lucha contra la caza furtiva.
Situado entre Zambia y Sudáfrica, Botsuana alberga la población africana más grande de elefantes en libertad, estimada en 2015 en 135.000 ejemplares.
La riqueza de su fauna ha convertido al país en el santuario favorito de los aficionados a los safarís de lujo y en uno de los polos del desarrollo de su economía, a pesar de que cuenta con una de las legislaciones más severas en materia de protección de fauna y medioambiente a nivel mundial.

"En la mira de los furtivos"
Hasta mayo, los "guardabosques" estaban fuertemente armados y se les permitía disparar a los cazadores furtivos.
Pero, entonces el gobierno del nuevo presidente, Mokgweetsi Masisi, en funciones desde el mes anterior, ordenó el desarme de estas unidades, sin explicar realmente el motivo. Su predecesor, Ian Khama, era considerado un apasionado defensor de la fauna salvaje de su país.
El jefe del estado mayor del ejército, general Placid Segokgo, se negó a hacer comentarios sobre la decisión de desarmar a las unidades de "guardabosques".
Según Chase, los responsables de esta ola de caza ilegal vienen de países vecinos como Angola y Zambia. "Han matado a tantos elefantes en esos países que casi han desparecido. Ahora, los contrabandistas vienen a Botsuana", explicó.
"Hemos estado a salvo de los cazadores furtivos durante mucho tiempo, ahora nos damos cuenta de lo sofisticados que son", admitió el ministro Khama. "Lamentablemente, a veces aprendemos las lecciones de la peor manera", agregó.
El Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW) se manifestó conmocionado por la magnitud de la masacre. "Hasta ahora, las manadas de elefantes estaban por completo en paz en Botsuana", señaló su vicepresidente, Jason Bell, "pero ahora están en la mira de los cazadores furtivos".
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) estima que el lucrativo tráfico de marfil es la causa de la caída en picada de la población de elefantes africanos, que en la última década ha disminuido de 415.000 a 111.000.
Sus estudios revelan que cada año alrededor de 30.000 paquidermos son víctimas de la caza furtiva.