Los ruidos fuertes, la sujeción brusca lo sobresaltan. Si lo vamos a alimentar, debemos pensar que
la mama materna será sustituida por un biberón de goma, con otra textura y tamaño, que el sabor de la
leche es diferente, y que la madre es diferente también. Habrá rechazo en los primeros
intentos…….Paciencia, y protección es lo que necesita en ese momento.
En algunas especies, la defecación en las primeras semanas
no es voluntaria, y es la madre la que lo estimula para que se realice. Algodones
humedecidos y esponjas realizan esta función con eficiencia, frotándolos
suavemente en la región peri-anal del cachorro.
El alimento en las
primeras semanas será una fórmula de leche que se prepare, procurando acercarse
a los requerimientos nutricionales que la leche materna le proporciona, decimos “acercarse”……….nunca se sustituye.
En algunas especies,
el período de lactancia es largo y una vez que se les desteta, todavía
“persiguen” a la madre o al biberón.
La leche tibia, el biberón preparado higiénicamente, las
teteras con la perforación adecuada para evitar una bronco aspiración, muy
frecuente si no se toman precauciones, y
colocarlo en una posición parecida a la que adopta con su madre ,
lograrán que el rechazo inicial vaya cediendo a la necesidad de alimentarse, y
que comience a succionar con avidez. Una
vez lograda esta parte tan importante…..tenemos ganada una gran
batalla……….Nuestro “bebé” tiene grandes probabilidades de sobrevivir……………
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