RECORDANDO A BENGAL

RECORDANDO A “BENGAL”

Transcurría el año 1969, y fue recibido, en el Jardín Zoológico de La Habana, el primer ejemplar macho de tigre de Bengala. De aproximadamente un año de edad, bello y corpulento, que procedía de un zoológico holandés.

Lo nombraban “Bengal”, y había sido criado “a mano” o de manera artificial por los cuidadores del zoológico en el que había nacido.

Poco tiempo después de estar instalado en su nuevo hogar, se recibió la visita de su cuidador holandés. Al llegar  pidió que se le abriera la jaula para penetrar en ella con Bengal… La petición produjo desconcierto y negativa entre los presentes, al considerar el peligro a que se expondría.  El  corpulento holandés insistió y se responsabilizó con su acción, asegurando que no ocurriría nada, y que era habitual que lo hiciera.

Hubo gran expectación en ese  momento………. Cuando el cuidador se acercó a la jaula y  lo llamó por su nombre,el hermoso ejemplar comenzó a correr y a demostrar su alegría con sonidos similares a los que el cuidador emitía…….. ambos se estaban comunicando con un código personal entre el hombre y la fiera.

Cuando entró a la jaula, el felino y el hombre que lo había criado desde su primer día de vida se fundieron en un “abrazo” impresionante, que hizo estremecer a los espectadores del encuentro.

Al llegar a la madurez sexual, Bengal comenzó a cubrir a las dos tigresas que ya se encontraban en el Zoo que se nombraban  Belinda y Blanca Rosa.

Mientras Belinda atendía a sus crías, Blanca Rosa las abandonó en los primeros partos y los cachorros eran recogidos por los cuidadores para criarlos y lograr que sobrevivieran.

Sin embargo, la crianza de los pequeños tigres no tenía el éxito  que se conseguía con los cachorros de león o los bebés chimpancés que eran incluídos en el régimen de cría artificial

Ardua fue la tarea de lograr una alimentación y manejo compatibles con sus necesidades y lograr, al igual que con Bengal, ejemplares sanos y aptos para la reproducción…………..

Muchos nombres recibieron los beneficios de ese esfuerzo,  Kinuli, Cuquito, Cheny, Tosky, Jorge, Anabella, Belkis, y muchos otros “bebés tigres” que sobrevivieron, llegaron a la adultez y fueron fieles exponentes de este elegante y vigoroso padre.