SALVANDO VIDAS……..
Los primeros ejemplares que poblaron el nuevo zoológico
comenzaron a reproducirse en instalaciones rústicas y a veces improvisadas que
con sacrificios y entusiasmo fueron construídas para darles albergue, mientras
las construcciones destinadas a esos fines eran concluídas………
Cada nuevo “bebé” era recibido con gran alegría y
expectación. La noticia de un nacimiento
circulaba con rapidez, y todos se interesaban por conocer los detalles, visitar
a la nueva cría…………….y ponerle nombre.
Algunos de estos pequeños estaban en peligro de perecer,
unos porque eran rechazados por la madre, otros nacían débiles y la selección
natural los condenaba.
En los proyectos del nuevo zoológico, estaba diseñada la
construcción de una “guardería”, para dar albergue y criar artificialmente o “a
mano” a los huérfanos ,y a los nacidos
en condiciones desfavorables……….pero no podían esperar…….y así fue ,como
se emprendió la tarea de salvarlos.
Nombres como Kinuli, Saba, Mosi,Nancyta, Cosette, Foso,
Martin, Presto, Milagritos, y un sinnúmero de
pequeños salvajes conocieron de este esfuerzo y dedicación……..
Se habilitaban espacios en los recintos para los de mayor
talla, acondicionándolos con fuentes de calor y “camas” o nidos apropiados y
los más pequeños se repartían entre los criadores, que los alimentaban y
cuidaban en sus areas de trabajo o en sus propias casas, cuando necesitaban
atención las veinticuatro horas…….
Buscar las fórmulas adecuadas para alimentarlos era difícil;
y recopilar la información existente sobre cada especie a cuidar, sin los
medios técnicos e informáticos de la actualidad, era una labor dedicada y
desinteresada que tenía como única recompensa los progresos del “bebé”.
Hubo más de un sillón roto por las garras de alguno de los
cachorros adoptados que se estaba
entrenando, días de cansancio y sueño porque el pequeño tenía frío o hambre y
no nos dejó dormir, zapatos que sirvieron de “almohada” (después de ser
mordidos) ,sobresalto cuando se enfermaban y alegría cuando reconocían y
atendían al llamado……cada uno de estos huérfanos fue en su momento, el centro
de la vida familiar de muchos trabajadores , cuidadores o no, del naciente
zoológico.
Una vez terminada la “guardería, los que en ese momento se encontraban
albergados en diferentes lugares, se reunieron en su nueva casa.
Un recuerdo especial para la insaciable Olivia, una búfala de agua, que constantemente pedía alimentos.
Los hermanitos Anabella, Belkis y Jorge, tigres de
Bengala, juguetones y cariñosos.
A la caprichosa y rebelde Ela, una leoncita de gran personalidad , y a muchos ejemplares que
fueron adoptados bajo este sistema de crianza.
Cada cría , es un individuo diferente, y técnicas generales, manuales, normas y métodos
no son aplicables con exactitud…… hay que partir de un método, una dieta, una
experiencia, que será adaptada a las necesidades reales de cada cachorro.
La bibliografía disponible en ese entonces se refería a
casos aislados de diferentes autores y zoológicos, y muchos no coincidían con
nuestras condiciones de clima, instalaciones o alimentos disponibles. Es por
eso que la recopilación de todas las experiencias anteriores era fundamental,
se unificaron, ordenaron y aplicaron muchas de ellas, sujetas siempre a ser
modificadas, en la búsqueda de resultados positivos.
La riqueza de las
experiencias y las observaciones hacen que sea
difícil relatarlas todas, cada individuo fue una historia en
sí………,única e irrepetible., algunos no lograron sobrevivir, pero muchos
recrearon a niños y adultos en las exhibiciones, o fueron incorporados con sus
congéneres en los grupos y manadas.