Giraffa camelopardalis
Jirafa: Estado de conservación Preocupación
menor (UICN)
Filo:
|
|
G. camelopardalis
|
Nombre binomial Giraffa camelopardalis Linnaeus (1758)
La jirafa (Giraffa camelopardalis) es una especie de mamífero artiodáctilo de la familia Giraffidae propio de África.
Es la más alta de todas las
especies vivientes de animales terrestres. La cima
de la cabeza puede llegar a encontrarse a 5,8 m
de altura y puede pesar de 750 kg hasta 1,6 toneladas.
El nombre común 'jirafa' y primer
término del nombre binomial Giraffa
proviene del árabe الزرافة (ziraafa
o zurapha), que significa "alta".
El segundo término que da nombre a la especie camelopardalis
proviene del griego καμηλοπάρδαλη camelopardale
y del latín camelopardalis,
que significa "camello leopardo”……
La jirafa está emparentada con cérvidos y bóvidos, pero pertenece a otra familia, los
jiráfidos (Giraffidae), que comprende únicamente a la jirafa
y su pariente más cercano, el okapi.
Julio César introdujo
la primera jirafa en Europa traída de su campañas en Asia menor y Egipto donde conoció a Cleopatra. Sin tener claro qué animal era, los
romanos la bautizaron cameleopardo, un cruce entre camello y leopardo, convirtiéndose en el nombre científico
que se utiliza hasta hoy.
La jirafa normalmente habita en sabanas o en espacios abiertos. Sin embargo,
cuando el alimento escasea, es capaz de adentrarse en áreas con densa
vegetación. Las jirafas prefieren las áreas de acacias en crecimiento. Pueden beber grandes
cantidades de agua cuando está disponible, lo que les permite sobrevivir a
grandes periodos secos en tierras áridas.
Es una de las dos especies vivas de la familia Giraffidae, junto con el okapi.
La familia fue muy amplia, con numerosas especies. Las jirafas
evolucionan de un gran mamífero ramoneador, de unos 3 metros y con aspecto de
antílope que vivió en Europa y Asia
hace entre 30 y 50 millones de años.
El jiráfido conocido más antiguo es el Climacoceras, parecido al ciervo, con unos cuernos como los de la jirafa. Aparecieron a
principios del Mioceno.
Ejemplos tardíos incluyen los géneros Palaeotragus y Samotherium,
del Mioceno inferior al medio. Ambos eran de considerable altura en la cruz,
habían desarrollado una cornamenta simple y no ramificada como las jirafas
modernas, pero aún tenían el cuello relativamente corto.
A partir del Plioceno Superior,
la variedad de jiráfidos se redujo drásticamente, hasta quedar solamente las
dos especies referidas anteriormente. El género al que pertenece la jirafa
moderna evolucionó durante el Plioceno, e incluye otras
especies de cuello largo, como Giraffa jumae que no sobrevive hoy. Alan Turner
propone, en su libro Evolving Eden (2004), que los ancestros de la jirafa
serían de color oscuro con manchas pálidas, y que esas manchas pasaron a tener
una forma estrellada antes de formar el modelo reticulado que hoy encontramos.
La especie moderna Giraffa
camelopardalis apareció durante el Pleistoceno hace un millón de años.
La evolución de la longitud del cuello de las jirafas ha sido objeto de
mucho debate. La explicación clásica es que el cuello se alargó para alcanzar
la vegetación más alta que no era accesible para otros herbívoros, dando a las
jirafas una ventaja competitiva.
Sin embargo, una teoría
alternativa propone que evolucionan como carácter sexual secundario, dando a
los machos una ventaja ante el "necking" para establecer el dominio y
el acceso a las hembras receptivas. Esta teoría se basa en que las jirafas
comen frecuentemente de arbustos bajos, y que el cuello de los machos es
significativamente más largo que el de las hembras.
No obstante, esta teoría no está
aceptada universalmente y estudios recientes la han puesto en duda, apoyando la
explicación clásica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario