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jueves, 1 de marzo de 2012

LICAONES.



 Tienen un olor a cebolla podrida que nos hace  fruncir la nariz……..y emiten un sonido………..difícil de  caracterizar.  Algunos lo comparan con el graznido de un ave, pero es mucho más estridente,   a veces parece una “matraca” sin control.
Por eso, cuando  una mañana nos entregan a 7 cachorros recién nacidos de esta especie………….no fue muy “olorosa” la recepción.    Amanecieron fuera de la “paridera”…..una de las hembras de los tres ejemplares adultos que se exhibían, los parió en la noche y los abandonó……
Superando la repugnancia de 7 olores, más el que traen impregnado de la madre y el cubil, los colocamos en una incubadora para niños que les daría  el calor necesario, ya que llegaron fríos y débiles..
Esta vez fue una experiencia fatal, Se habían contagiado en el lugar de nacimiento, con un Staphilococus aureus, que  le ocasionó la muerte a 5 de ellos en apenas 24 horas.
Quedaron vivos en ese momento dos cachorros de 399 y 367 gramos de peso respectivamente.  A estos últimos se les aplicó un tratamiento profiláctico para intentar  protegerlos, pero en vano, uno sobrevivió 15 días……el otro 27; muriendo ambos  a consecuencia de  una  infección por E.coli, según mostraron los resultados del laboratorio de patología.
A pesar de  que llegaron  en condiciones muy disminuídas, sin ingerir nada de calostro, de un área contaminada, e hipotérmicos, se hizo todo el esfuerzo para lograrlos, pero no fue así.
Tiempo después hubo un parto de la otra hembra, que los aceptó y crió.  No obstante en los chequeos periódicos  a los que eran sometidos todos los animales, se detectó que la madre de estas crías era portadora de  Brucella spp……………..y se le separó de los cachorros, que ya tendrían 1 ó 2  meses de edad.
Los  ocho cachorros fueron trasladados a la clínica veterinaria para ser  chequeados y aplicarles, de ser necesario, el tratamiento que requirieran.   Tras varios  pesquisajes de laboratorio resultaron negativos  pero  mientras, se mantenían aislados.
Era impresionante ver cómo aún en edades tan tempranas, el sistema de “rodear a la víctima” empleado en  las técnicas de cacería de esta especie, ya eran practicadas…….
Había que tomar precauciones al penetrar en la jaula con ellos………en silencio y sin darnos cuenta, en un momento estábamos siendo acechados y rodeados por todos………listos para capturar a la presa.




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