A L I E N A (I)

 ALIENA (I)

Algunos afirmaban haber visto canguros en la exhibición en el Zoo de 26, el primero que hubo en la capital y en el país……y decían los fundadores que sí,  que hubo, pero que no duraban mucho.

  No se adaptaban, enfermaban y morían con síndromes respiratorios. Condición que se le atribuía a lo elevada de la humedad relativa en el país, aunque en Australia se registran cifras de más del 90% en algunas regiones.

En el  año en que se inauguró el nuevo Zoológico, se recibieron desde Inglaterra,  a través de una donación, una pareja de canguros de la especie Macropus rufus, (Canguro Rojo). 

Fueron ubicados en la estación de Cuarentena del Parque, donde debían permanecer el tiempo establecido para su chequeo y control epidemiológico…….

En una de las sujeciones necesarias para hacerles extracción de sangre para chequeo hematológico……el macho se lanzó contra una pared y sufrió la fractura de una de las extremidades posteriores…….terrible momento, en el que, a pesar de que se le redujo la fractura y se extremó el cuidado de este ejemplar,  terminó con la consabida neumonía y murió  en poco tiempo……….

Quedó la hembra solitaria y al concluir el período establecido para su observación se le trasladó al lugar de destino……..un amplio recinto en una de las áreas del Parque.

Cuando se le abrió la puerta del huacal , saltó una cerca de más de un metro y medio de altura. hacia el recinto donde se encontraban  las Llamas………  y algo cayó al suelo……………

La zona en la que estaba ubicado el zoológico contaba con un microclima que marcaba alrededor de 2 grados Celsius de diferencia con otros lugares de la provincia………y ese invierno era uno de los más fríos en nuestro tropical clima.

Era una mañana fría y vimos llegar a la Unidad a nuestra veterinaria jefa, con algo debajo de su abrigo y la sonrisa de complicidad……………a la que estábamos acostumbrados, y que mostraba  cada vez  que algún huérfano necesitaba ayuda.

Y allí estaba, como un regalo de Reyes………un feto de canguro.

Con un aspecto que no resultaba agradable,  cubierto por una piel transparente, casi una membrana que permitía ver toda la red vascular, las orejas pegadas sobre el cráneo y un gran hematoma en la cabeza, al parecer producto del golpe al caer o a la curiosidad de las Llamas.

Nos contaron que al saltar la cangura, salió disparado “algo”.    Al principio nadie se dio cuenta exacta de qué era el pequeño bulto en el suelo, parecía un pequeño pato, nos decía uno de los testigos.   Nunca habíamos visto un feto de canguro, ni siquiera un pequeño canguro.

Al recogerlo, se dan cuenta de que……….estaba con vida…….  A riesgo, capturan de nuevo a la hembra y tratan de introducir al animalito en su bolsa, pero por más de una vez, lo sacaba y lo botaba………

Y con este rechazo  de la cangura madre…comienza la historia real de ALIENA.