Vistas de página en total

domingo, 2 de septiembre de 2012

CONOCIENDO AL YAGUARETE....







El yaguareté es una de las diez especies de felinos silvestres (además del puma, los gatos guigna, andino, montés y pajonal, el ocelote, el tirica, el margay y el yaguarundí) que habitan en la Argentina y una de las seis que se encuentran en la provincia de Misiones (puma, ocelote, yaguarundí, margay y tirica).

El nombre yaguareté es de origen guaraní y significa “la verdadera fiera”. Era considerado un animal sagrado. En Misiones, aborígenes y chacareros no lo nombran porque dicen que al invocarlo, “aparece”. Su fuerza, poderío y misterio protagonizan leyendas, mitos y también anécdotas e historias de nuestros pioneros, y de quienes hoy habitan cerca del monte, que se van transmitiendo de generación en generación.

Debido a la amplia distribución geográfica histórica de este carnívoro, se lo llama de diversas formas según la cultura y la región donde habita y habitó. En casi toda su área de distribución actual en la Argentina se lo llama popularmente tigre. Pero también, según la cultura, lo llaman Nahue l (araucano); Yaguareté, Yagua-pará o Chiví guazú (guaraní); Uturunco (Quechua); Overo, Manchado (Salta), Él Michilo, el Compadre, el Bicho (kollas).


Este gato, cuyo nombre científico es Panthera onca, es el felino más grande del continente americano y tercero en corpulencia a escala mundial, después del tigre de bengala y el león. Se destaca por su aspecto robusto y la cabeza proporcionalmente grande con poderosa estructura mandibular. Los machos alcanzan los 2,50 metros de longitud, incluida la cola, y hasta 140 kg de peso. A pesar de ser parte de la familia de los gatos, el yaguareté es un excelente nadador, un caminador incansable, solitario y muy territorial.
Lleva una dieta amplia y variada, alimentándose de grandes vertebrados como el tapir, chanchos de monte y venados. También se incluyen en su dieta pacas, acutíes, coatíes, yacarés y presas menores como tortugas, lagartos, aves, peces, cuises y tapetíes. Después de matar a las presas mayores suele transportarlas a un sitio seguro para consumirlas durante varios días. El yaguareté no “tapa” a su presa, es decir, no la recubre con hojas ni material vegetal suelto como lo hace el puma. Es frecuente que se mantenga cerca de los restos debido a que el calor los descompone rápidamente y, además, de esta forma evita el consumo por parte de aves carroñeras como los jotes.
©

No hay comentarios:

Publicar un comentario