Diferencia entre
las Actividades Asistidas con Animales (AAA), programas de visitas y las
Terapias Asistidas con Animales (TAA)
Existe una diferencia entre estos tres términos que
no deben confundirse.
Las actividades asistidas con animales (AAA), son
aquellas que se realizan entre varios participantes y uno o más animales
entrenados.
No se concentran en una persona en particular ni se establecen
objetivos específicos de tratamiento, sino por medio de actividades divertidas
se motiva a la participación colectiva, lo que genera agradables experiencias
terapéuticas que benefician a nivel emocional, relacional y educativo.
Este tipo de actividades son ideales para personas
con problemas de autoestima, seguridad y dependencia, pues el estímulo de la
presencia animal, las muestras afectuosas y las acciones sinceras, leales y
positivas que estos muestran, crean un ambiente sin tensiones y apto para
comenzar a socializar con otros compañeros del grupo.
Una conversación entre
dos o varias personas puede iniciarse a partir de una gracia que haga el animal
o alguna experiencia relacionada al tema que se venga a la mente y se desee
compartir.
Esto permite cambiar por completo la actitud y visión de las personas
con este tipo de problemas emocionales, al mismo tiempo que aprenden valores
que enriquecerán su vida a nivel personal y social.
Los programas de visitas por su parte, es cuando
los propietarios van acompañados de sus animales para visitar a los pacientes
con el objetivo de socializar y regalar un momento de tranquilidad y empatía.
Por otro lado y a diferencia de las actividades
asistidas y visitas, las terapias, como se mencionó anteriormente, están más
enfocadas a individuos con problemas específicos y más que actividades
divertidas, son ejercicios terapéuticos aplicados en sesiones con el propósito
de relajar y mantener positivos a los pacientes más delicados, lo que
repercutirá de manera exitosa en su salud.
Estos reciben un seguimiento y una
programación en las sesiones con el fin de obtener un resultado curativo o el
mejoramiento en la calidad de vida.
Función de los
animales
El entrenamiento de los animales más las
habilidades naturales que estos poseen, hacen que su presencia, más que
amistosa y esperanzadora, sea útil para advertir sobre situaciones que pondrían
en riesgo la salud de las personas.
Increíblemente las especies animales
contienen hasta 250 millones de receptores olfatorios que son capaces de
detectar cambios importantes en los organismos del cuerpo humano sin que
podamos percibirlo.
Igualmente el uso de su vista y audición es muy agudo y
desarrollado, por lo que también los utilizan para estudiar profundamente a la
persona con tan sólo sentirla, olerla o mirarla a los ojos.
Por medio de ladridos, agitaciones o intentos de
llamar la atención, un animal puede avisar a tiempo y antes de que ocurra una
tragedia, una futura crisis en el paciente.
Esto resulta muy valioso para todo
el equipo médico que tiene la oportunidad de prevenir y salvar vidas humanas.
Los infartos, ataques epilépticos, melanomas (cáncer), entre otras
alteraciones, realmente pueden detectarse antes de que ocurran debido a que el
cuerpo presenta cambios, sólo que no son visibles para los sentidos humanos,
pero sí para las otras especies animales.
Las terapias asistidas son mayormente requeridas en
hospitales, clínicas e instituciones mentales, sin embargo, en la actualidad
son muy eficientes dentro de prisiones y asilos para ancianos.
Animales dentro
de las prisiones y asilos para ancianos
Hoy en día, en distintas partes del mundo, perros y
otros animales pequeños son llevados a cárceles tanto de mujeres como de
hombres para erradicar las acciones y sentimientos violentos que estos puedan
presentar.
Esto no quiere decir que si el prisionero cambia de actitud tiene la
oportunidad de recuperar su libertad, pero sí puede influir de manera
significativa para su tiempo de condena gracias a una conducta ejemplar.
Se ha
demostrado que las peleas y los suicidios dentro de las penitenciarías reducen
con este tipo de visitas animales.
Por otro lado, la presencia animal dentro de las
estancias y asilos para personas de la tercera edad, es muy valiosa y
agradecida, pues muchas de estas personas que lamentablemente no reciben
visitas de sus familiares, se ven reconfortadas por el cariño y lealtad que
estos pequeños seres vivos demuestran con sinceridad. La tristeza, la
depresión, la ansiedad, entre otras manifestaciones comunes dentro de estos dos
lugares, pueden ser tratados y equilibrados teniendo contacto con un perro,
gato, conejo u otra especie entrenada.
Experiencias
El Dr. Boris M. Levinson (1960), en su libro
"Psicoterapia Infantil Asistida Por Animales", relata las
experiencias vividas junto a su perro y pacientes introvertidos que perdían
todas sus inhibiciones y miedos gracias a la presencia del can en el consultorio,
ya que éste favorecía la comunicación entre el psiquiatra y sus pacientes
(Revista San Marcos al Día Nº 46 de la Universidad Nacional, 2002).
Un ejemplo de las virtudes de una terapia con
mascotas es que desde 1984 la residencia Robert-Chiene para personas ancianas
en Montreal tiene una pajarera en cada piso del establecimiento, entonces las
personas de la tercera edad los visitan diariamente, les hablan y se ocupan de
cuidarlo, siendo que muchos beneficiarios que nunca salían de sus cuartos al
cuidar a sus pájaros tienen una razón para hacerlo (Chiene, 2002).
Bibliografía
- Andrés Sendra, Judith. Apoyo psicosocial, atención relacional y comunicativa en instituciones. Promoción del bienestar personal y social de las personas dependientes. 1ª edición. Ideas Propias Editorial, año 2009. Páginas 190-191.
- Chavez Aguiar, Hiran David. De la percepción a la razón, nociones de psiquiatría animal (Etología). Sociedad Venezolana de Médicos Veterinarios. Páginas 191- 193.
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