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Muere en Kenia uno de los últimos rinocerontes blancos del norte

18 octubre 2014 

AFP/AFP/Archivos – Un rinoceronte blanco corre en el Ramat Gan Safari, un zoológico abierto cerca de Tel Aviv, el 3 de setiembre de 2014

Uno de los últimos rinoceronte blancos del norte, un macho nacido en 1980 en el zoológico checo de Dvur Kralove, antes de ser trasladado a Kenia, murió en la reserva de Ol Pejeta, en este país africano, indicó el establecimiento.

“Suni probablemente fuera el último rinoceronte blanco del norte (“Ceratotherium simum cottoni”) capaz de reproducirse biológicamente”, lamentó el zoológico de Dvur Kralove, agregando que todo parece indicar que el animal murió de muerte natural.
Los cazadores furtivos han diezmado a estos rinocerontes originarios de África central y oriental para sacarles el cuerno, muy apreciado en la farmacopea de países asiáticos.
“Todo parece indicar que la reproducción por vía natural dejó de ser una realidad”, declaró la portavoz del zoológico checo Jana Mysliveckova.
Este establecimiento es el único del mundo que logró una reproducción en cautiverio de esta subespecie. El animal que acaba de fallecer, llamado Suni, nació en Dvur Kralove en junio de 1980. Tres más nacieron posteriormente en las mismas condiciones en este zoológico checo.
En 2009, dos machos, incluyendo a Suni, y dos hembras fueron trasladadas a Kenia, en el marco de un proyecto llamado “Última posibilidad de supervivencia”, con la esperanza de que el nivel de hormonas de las hembras se volviera normal en su ambiente natural africano, permitiendo así la reproducción biológica, lo cual no se concretó.
Todos los demás intentos de llevar a cabo una reproducción asistida también fracasaron hasta el momento. El semen de los rinocerontes machos de Dvur Kralove se conserva en el instituto berlinés de investigación sobre animales salvajes IZW.
“La cantidad de rinocerontes que matan los cazadores furtivos aumento increíblemente estos últimos años. Según ciertas hipótesis, no habrá más rinocerontes libres en la naturaleza en África dentro de unos 10 años”, estimó Mysliveckova.