El término "endémico", aunque muy utilizado en Zoología, pudiera ser algo confuso para la mayoría de las personas. Las especies endémicas de Cuba son las que sólo habitan en el archipiélago cubano, y además no tienen subespecies o razas fuera de él. Podemos, por este motivo, considerarlas como los pobladores alados más interesantes de este territorio. Es importante destacar el hecho de que las islas presentan casi siempre un mayor endemismo, debido al aislamiento, o sea, a las barreras naturales que dificultan la entrada o salida del territorio.
El endemismo, en biología, es aquel taxón propio y autóctono de una comarca concreta. Un taxón puede designar una especie u otra categoría taxonómica (tanto puede ser superespecífica, como por ejemplo una familia, como puede ser subespecífica, como por ejemplo una subespecie). Los endemismos pueden ser de origen reciente (esquizoendemismo) o ser muy antiguos (paleoendemismo).
En general, se considera reciente aquel taxón que se ha originado en una determinada área geográfica durante el Cuaternario, la era actual.
Los taxones que todavía hay en una determinada área originados en anteriores eras geológicas son los paleoendemismos.
Uno de los sistemas más aceptados hoy en día para determinar y clasificar los endemismos es lo propuesto por Favarger y Contandriopoulos (1961) basado en el nivel de ploidia.
El término endémico se refiere a cualquier especie que se encuentre sólo en un área específica. No hay límite superior en el tamaño de dicha área geográfica, que aunque irrelevante podría referirse también hasta el de la Tierra.
En la práctica el área mayor para la que se usa el término es el de región zoogeográfica.
En el caso de Cuba, por ser una isla, el área geográfica se reduce al archipiélago cubano, ubicado en la región zoogeográfica Neotropical.
Este aislamiento se produce por accidentes geográficos, como montañas, zonas áridas o brazos de mar, que dividen el territorio en dos regiones de difícil comunicación.
Estos individuos aislados se reproducen entre sí, acentuándose por herencia las pequeñas diferencias que vayan teniendo con el otro grupo.
Hay que tomar en consideración también: cualquier pequeña variación en el tipo de alimentación —ya que en períodos largos puede modificar la coloración—; las mínimas diferencias climáticas y el tamaño y distribución de la flora —que influyen en el tamaño de la raza y en la mayor o menor longitud de las alas, tarsos o picos. Estas variaciones son las principales diferencias que se establecen para señalar una nueva subespecie.
El endemismo es, desde el punto de vista de la evolución, una modificación de las características propias de una especie. A causa precisamente del aislamiento, se producen, en períodos muy largos, cambios profundos en la coloración y en el tamaño de la especie primitiva o en alguna parte de ella. Esos cambios se originan por factores genéticos que han sido influidos por la alimentación, el clima u otra causa.
Dichos cambios se van haciendo característicos de los individuos de la población, que los van transmitiendo a las generaciones sucesivas. Es así como, al cabo de siglos, aparecen individuos totalmente distintos de sus antepasados primitivos y exclusivos de la zona donde ocurrió el fenómeno; es decir, aparece una especie endémica.
Las aves en Cuba suman 363 especies silvestres y de vida libre, que pertenecen a 208 géneros, a 63 familias y a 21 órdenes.
Se registran 217 especies terrestres, 69 ligadas a aguas dulces y 83 marinas.
Como se dijo, se reportan para Cuba 363 especies de aves y de ellas 28 son endémicas, las que representan el 13,1% de la avifauna cubana.
Se protegen bajo el sistema de áreas protegidas de la reserva 68,4% de las aves amenazas de Cuba, o sea, 13 de las 19 amenazadas.
El guacamayo cubano (Ara tricolor) aunque es considerada como especie endémica, está extinta, por lo que no se relaciona en el listado de aves endémicas cubanas. La gran diversidad de ecosistemas presentes en Cuba favorece a la clase aves, que es el mejor representado en el área y es también el mejor estudiado.
La concentración del endemismo de las aves en algunas regiones de Cuba, como por ejemplo en la Ciénaga de Zapata, es un hecho que asombra a los científicos.
En el caso mencionado, un área relativamente reducida, que no supera los 2 000 km², con un tipo de vegetación predominante, el herbazal de ciénaga, habitan tres especies de aves consideradas endémicas, estrictamente locales de esa zona: la Gallinuela de Santo Tomás, la Fermina y el Cabrerito de la Ciénaga, las que están restringidas a vivir solo en ese pequeño pedazo del mundo.
Es Zapata el lugar de Cuba de mayor representatividad del endemismo de las aves. Se encuentran aquí seis géneros endémicos de la avifauna del país y se consideran pobladores del área 18 de las 28 especies endémicas vivientes.
En Cuba existen 7 géneros endémicos: Cyanolimnas, Ferminia, Gymnoglaux, Starnoenas, Teretistris, Torreornis y Xiphidiopicus.
En este listado se pueden encontrar las 29 especies de aves que son endémicas de Cuba.
A partir del mes de marzo aparecen las primeras viajeras de la temporada de verano, y tienen una corta estancia en la mayor de Las Antillas. Estas especies son generalmente de tamaño pequeño y colores diversos, algunos muy llamativos, y aunque viven preferentemente en zonas boscosas, se hallan también en jardines y patios.
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