Revista Muy Interesante 24-08-2020Sarah Romero
Las jirafas (Giraffa
camelopardalis) son los mamíferos más altos del mundo. Las adultas pueden
llegar a medir hasta 6 metros de altura y pesan un máximo de 2.000 kg, unas
dimensiones que combinadas con su pelaje les dan un aspecto único y hermoso.
Cada especie
y subespecie que vive hoy día tiene un diseño de pelaje diferente entre sí. Y
podemos decir más aún: cada jirafa tiene un patrón único que nunca se
repite en otro individuo, al igual que nuestras huellas dactilares.
Están adaptadas de forma única para alcanzar una vegetación inaccesible para
otros herbívoros. Sus vasos sanguíneos inusualmente elásticos y las
válvulas especialmente adaptadas ayudan a compensar la acumulación repentina de
sangre (para evitar desmayos, claramente) cuando las cabezas de las
jirafas se levantan, bajan o se balancean rápidamente.
A pesar de que el hecho de que sean tan grandes sea un dato extendido,
muchas personas desconocen las características que rodean a estos animales terrestres. A
pesar de su impresionante estatura, las jirafas mantienen un perfil
relativamente bajo, a menudo masticando hojas en silencio en el fondo mientras
otros animales acaparan la atención. Sin embargo, estos animales están
cada vez más amenazados que necesitan nuestra ayuda para evitar desaparecer en
la naturaleza.
¿Sabías que sus "cuernos" son en realidad protuberancias
cubiertas de piel y pelo por encima de los ojos que protegen la cabeza de
lesiones? Se llaman osiconos. Resulta que las jirafas
son una de las pocas especies que nacen con un conjunto de estos cuernos
"peludos". Otro ejemplo son los machos del okapi (Okapia johnstoni).
Otra curiosidad: sus cuellos contienen la misma cantidad de vértebras que
nosotros (siete), excepto que sus huesos son extremadamente alargados, lo que
hace que su cuello tenga una longitud de unos 2,4 metros.
Y si bien es cierto que África es el hogar de muchos animales icónicos, una de
las especies más divertidas para ver en un safari no es otra que la jirafa.
Con unos movimientos siempre elegantes observar una jirafa en vivo y en directo
es realmente emocionante.
¿Sabes cuántos tipos de jirafas hay? Existen cuatro especies
que embellecen los paisajes africanos, y aunque son similares entre sí, cada
una tiene sus propias características que con un poco de atención podemos
aprender a diferenciar. Hoy las conoceremos.
¿De dónde procede su nombre?
El nombre
científico de la jirafa es Giraffa camelopardalis, siendo el nombre de
la especie camelopardalis, en latín. Camelopard es la palabra arcaica
inglesa para jirafa derivada a su vez del griego antiguo que designaba a camello
y leopardo, animales a los que se pensaba que se parecía a la jirafa, de
ahí su nombre.
¿Las jirafas son solo de África?
Las
primeras jirafas podrían haber evolucionado en Europa. Aunque las jirafas viven
actualmente solo en el África subsahariana, diversos estudios sugieren que los
antepasados de las jirafas modernas probablemente evolucionaron en el centro
sur de Europa hace unos 8 millones de años. Entraron en África a través de
Etiopía hace unos 7 millones de años, según expone un trabajo publicado en Transactions
of the Royal Society of South Africa, y prosperaron mejor que los parientes
que se mudaron a Asia y murieron unos millones de años después.
Selección genética
La evolución de las jirafas parece haber sido
impulsada principalmente por cambios en la vegetación de los bosques a una
mezcla de sabanas, bosques y arbustos. Los antepasados más altos de las
jirafas habrían tenido la ventaja de alcanzar las nutritivas hojas de los
árboles en este hábitat, por lo que era más probable que los individuos más
altos transmitieran sus genes. Este proceso evolutivo dio como resultado
animales gigantes que podían darse un festín con el follaje mucho más allá del
alcance de otros animales. La seguridad ante los depredadores también es una
gran ventaja: su altura significa que las jirafas pueden ver el peligro desde
lejos y no es fácil para los depredadores acabar con ellas.
¿Cuántos tipos de jirafas hay?
Hay
cuatro especies de jirafas, un descubrimiento que no dista mucho en el tiempo. Fue en 2016, cuando los
científicos encontraron que los mamíferos terrestres más altos del mundo
estaban divididos en cuatro especies distintas. Anteriormente, los científicos
pensaban que todas las jirafas pertenecían a la misma especie, con muchas subespecies,
pero esta suposición ya ha quedado fuera de toda duda. Las cuatro especies
de jirafas son la jirafa del sur, la jirafa del norte, la jirafa masai y la
jirafa reticulada. La jirafa del norte tiene tres subespecies (las jirafas Kordofan, Nubia y
África Occidental), y la jirafa del sur tiene dos (las jirafas angoleñas y
sudafricanas). Esta clasificación es adoptada por la Giraffe Conservation
Foundation (GCF), que señala que se basa en el análisis genético de más de
1.000 muestras de ADN tomadas de las principales poblaciones de jirafas de
África.
El pariente más cercano de la
jirafa
La jirafa
está relacionada con el okapi (Okapia johnstoni), que se
encuentra en los bosques de la República Democrática del Congo. El okapi tiene
una forma corporal similar a la de la jirafa, pero un cuello mucho más corto. Los
okapis, al igual que las jirafas, tienen osiconos inusuales cubiertos de piel,
dientes y lengua especializados y un estómago rumiante de cuatro cámaras.
Curiosamente, solo el okapi macho tiene "cuernos". Ha sido apodada
la "cebra de la selva" (o "jirafa del bosque") debido a las
rayas blancas y negras en las nalgas y la parte superior de las patas.
¿Cómo se diferencian las
especies?
Las
diferencias entre las cuatro especies de jirafas son muchas. Tanto la jirafa
masai como la jirafa reticulada se encuentran en África oriental, pero su
apariencia es bastante distinta. Los parches de una jirafa masai son
notablemente más oscuros y pequeños y están separados por líneas de color
marrón claro. La jirafa reticulada, por otro lado, presenta grandes parches
de color marrón anaranjado separados por finas líneas blancas.
¿Las jirafas nadan?
La forma
del cuerpo de las jirafas no se presta a moverse a través del agua, y durante mucho tiempo se creyó
que las jirafas simplemente eran incapaces de nadar. Sin embargo, según un
estudio de 2010, sí que pueden hacerlo, aunque no muy grácilmente. El
estudio encontró que una jirafa adulta de tamaño adulto flotaría en aguas a más
de 2,8 metros donde podría nadar si realmente lo necesitara.
¿Cuánto mide una jirafa bebé?
Pues nada
más nacer ya son más altas que la mayoría de los humanos adultos, con alrededor de 1,8 metros de
altura. Las madres pueden dar a luz mientras están de pie, lo que significa que
estas criaturas rara vez tienen una excusa para acostarse. A la hora de haber
nacido, la cría puede ponerse sola de pie y caminar. A las 10 horas de su
nacimiento, puede correr tranquilamente con sus familias sin ningún problema y
tras una semana, comenzar a alimentarse de vegetación por sí misma. Como
curiosidad, su periodo de gestación es de más de un año.
¿Cuánto duermen?
Aunque
las jirafas son muy altas, no duermen mucho. La mayoría duermen entre 10
minutos y dos horas al día. Pero incluso cuando duermen -que ya hemos visto
que es poquísimo- no se acuestan o tumban. Las jirafas se duermen de pie la
mayor parte del tiempo.
El tarareo de la jirafa durmiente
En un
estudio de 2015, un equipo de biólogos informó haber hallado evidencia de
jirafas en tres zoológicos tarareando entre sí por la noche. Aún se
desconoce mucho acerca de los zumbidos que emiten, que los investigadores
describen como "ricos en estructura armónica, con un sonido profundo y
sostenido". No está claro si realmente son una forma de comunicación, pero los autores del estudio
especularon que podrían servir como llamada para ayudar a los animales a
mantenerse en contacto después del anochecer.
No hay dos jirafas iguales
Las
manchas de una jirafa son muy parecidas a las huellas dactilares humanas. Cada jirafa tiene un patrón de
manchas único. No existen dos jirafas iguales, algo que pueden utilizar los
científicos para identificarlas tanto en estado salvaje como en cautiverio.
Estas manchas varían en tamaño, forma, color y separación entre cada especie
Las jirafas son algo
quisquillosas para comer
Se alimentan
de 16 a 20 horas al día, pero solo pueden consumir alrededor de 30 kilogramos de follaje durante
ese tiempo. Estos mamíferos de dos toneladas pueden sobrevivir con tan solo
siete kilogramos de follaje al día. Sin embargo, si bien podemos encontrar en
su dieta hasta 93 especies de plantas diferentes, las acacias son su fuente de alimento
favorita.
¿Cuánto vive una jirafa?
Las
jirafas pueden vivir con éxito en la naturaleza durante unos 20 a 25 años con
las condiciones adecuadas. De entre los animales que pueden suponer un peligro para su
supervivencia se encuentran los leopardos, las hienas y los cocodrilos,
pero esto sobre todo ocurre con las jirafas más jóvenes y las enfermas. Eso sí:
no son una presa fácil. De hecho, por eso los depredadores suelen atacar a la
descendencia y únicamente atacan a los adultos cuando no tienen otra opción
porque hay un alto riesgo de muerte.
¿Es verdad que el pelo de una
jirafa es increíblemente grueso?
Así es.
El cabello que forma la cola de una jirafa es aproximadamente
10 veces más grueso que el mechón promedio de un cabello humano. Los puntos
distintivos que cubren el pelaje de una jirafa actúan como un excelente
camuflaje para proteger a la jirafa de los depredadores. Cuando se encuentra
situada frente a árboles y arbustos, el color claro y oscuro de su pelaje se
mezcla con las sombras y la luz del sol para distraer a los depredadores. Su
único momento de debilidad es cuando beben, pues no pueden vigilar qué se les
acerca y son más vulnerables a los ataques.
¿Y cómo se defienden?
Su
mecanismo de defensa es bastante interesante. Observa el grosor y la fuerza de sus patas y
tendrás la respuesta. La patada de una jirafa es poderosa y letal, y así es
como se defienden de sus depredadores. Incluso los temibles leones evitan tales
impactos porque podrían morir si les alcanza de lleno una patada directa de una
jirafa. Las madres, evidentemente, hacen todo lo posible para proteger a sus
indefensos descendientes, que son más vulnerables a los ataques de los depredadores.