¿Se salvarán las polimítas, el caracol más bello del mundo?
Vicente Berovides Álvarez
Todas
las seis especies de polímitas han padecido drástica reducciones de sus
poblaciones, en su relación con los humanos, producto precisamente de
sus bellas conchas, las que se colectan de forma indiscriminada con los
animales vivos, para ser objetos de adornos y artesanales, a lo que se
añade la transformación o destrucción de sus hábitats, pero aún podemos
hacer algo para su rescate.
Han
pasado casi 70 años desde que el destacado malacólogo M. Jaume en 1943,
lanzara la primera llamada de aviso acerca del estado de amenaza de las
polímitas cubanas y el diagnóstico de su “enfermedad” se ha hecho más
evidente en la actualidad. Las causas por las cuales desaparecen las
poblaciones de polímitas son las mismas que a nivel mundial, pérdida o
trasformación de sus hábitat naturales (a pesar de que pueden prosperar
en hábitats antrópicos) y sobrexplotación por colectas indiscriminadas,
ambas en aumento desde la advertencia de Jaume, acopladas sin dudas a
los problemas económicos del país y más recientemente al cambio
climático.