Los soldados abrieron fuego contra el animal para evitar que saliera de la zona de control
Juma, una jaguar de casi nueve años que participó en la ceremonia del paso de la antorcha olímpica
en la ciudad de Manaos, capital del estado brasileño de Amazonas, fue
abatida a tiros este martes para evitar que saliera de una zona de
control.
El animal supuestamente intentó atacar a un soldado, según ha
informado el Ministerio de Defensa brasileño. Su muerte ha abierto una nueva polémica que salpica a los Juegos de Río 2016
y ha puesto sobre la mesa el absurdo de una tradición permitida por la
ley: el desfile de animales salvajes en los acontecimientos militares en
esta región.
No era la primera vez que esta jaguar, mascota del primer Batallón de
Infantería de la Selva, participaba en una ceremonia. El paso de la
antorcha se celebró en el Centro de Instrucción de Guerra. Una vez que
había finalizado, el animal se escapó durante un traslado e hizo un
amago de atacar a su cuidador.
Los militares intentaron sin éxito controlar sus movimientos disparándole dardos tranquilizantes, pero como no tuvieron éxito pasaron a los disparos.
La muerte de Juma ha provocado una ola de críticas en las redes sociales. Más de 25.000 personas han apoyado una declaración bajo el lema "Justicia para Juma".
Símbolo nacional, el jaguar está en la lista de especies en peligro de extinción desde 2003. Se trata del mayor felino del continente americano y vive en libertad. Aunque habita por todo Brasil su población está especialmente concentrada en el estado de Amazonia. Según datos del Instituto de Conservación y Biodiversidad Chico Mendes hay unos 10.000 jaguares en la selva tropical del Amazonas. En otras zonas, como el Pantanal, se han contabilizado apenas 1.000.
La organización de los Juegos Olímpicos, que se celebran en el estado de Río de Janeiro, ha pedido disculpas. "Nos equivocamos al permitir que la antorcha olímpica, símbolo de paz y unión entre pueblos, fuera exhibida al lado de un animal salvaje encadenado. Esta escena es contraria a nuestras creencias y valores", ha explicado Río 2016 en un comunicado, difundido a través de su cuenta oficial de Twitter.
"Estamos muy tristes por lo que ocurrió después del paso de la antorcha",
ha continuado, antes de concluir garantizando que "no se verán
situaciones similares durante los Juegos de Río 2016".
Los militares intentaron sin éxito controlar sus movimientos disparándole dardos tranquilizantes, pero como no tuvieron éxito pasaron a los disparos.
La muerte de Juma ha provocado una ola de críticas en las redes sociales. Más de 25.000 personas han apoyado una declaración bajo el lema "Justicia para Juma".
Símbolo nacional, el jaguar está en la lista de especies en peligro de extinción desde 2003. Se trata del mayor felino del continente americano y vive en libertad. Aunque habita por todo Brasil su población está especialmente concentrada en el estado de Amazonia. Según datos del Instituto de Conservación y Biodiversidad Chico Mendes hay unos 10.000 jaguares en la selva tropical del Amazonas. En otras zonas, como el Pantanal, se han contabilizado apenas 1.000.
La organización de los Juegos Olímpicos, que se celebran en el estado de Río de Janeiro, ha pedido disculpas. "Nos equivocamos al permitir que la antorcha olímpica, símbolo de paz y unión entre pueblos, fuera exhibida al lado de un animal salvaje encadenado. Esta escena es contraria a nuestras creencias y valores", ha explicado Río 2016 en un comunicado, difundido a través de su cuenta oficial de Twitter.
Cerca de 90.000
personas se han sumado, hasta el momento, a una petición en la
plataforma Change.org en la que se exige "justicia" para el animal que,
en palabras del impulsor de la iniciativa, "fue sacado de su hábitat
natural para servir de imagen de los patéticos Juegos Olímpicos que solo
generan pérdidas a Brasil". "Una actitud irresponsable que se cobró la
vida de un animal inocente", añade.
Al escándalo social se añade la posibilidad de que el Comando Militar
de la Amazonia (CMA) reciba una sanción porque no tenía permiso para
que Juma fuera exhibida en ese acto público. El Instituto de Protección
Ambiental de Amazonas (IPAAM), encargado de autorizar la participación
de animales en desfiles ha declarado a través de su oficina de prensa
que el permiso para ese evento estaba a nombre de otro jaguar, un macho
llamado Simba. Según Agencia Brasil, el CMA podría enfrentarse a una
multa de hasta de cinco millones de reales —cerca de 1,3 millones de
euros—.
El coronel Luiz Gustavo Evelyn, de la CMA, asegura que la historia de
la Juma es similar a de los otros 10 jaguares que viven con el Ejército
brasileño. "Son rescatados de su cautiverio, después de haber sufrido
malos tratos y los atiende el equipo de veterinarios de nuestro complejo
militar", relata. En total se atienden más de 200 animales, algunos se
pueden reinsertar en su hábitat y otros no. Este fue del caso de Juma.
El coronel cree que la participación del animal en el evento "no tiene
nada que ver con el intento de fuga y ataque" que ocurrió después.
"Estaba acostumbrada a este tipo de eventos. Cuando trató de escapar, el
equipo veterinario que la acompañó le lanzó dardos tranquilizantes,
pero como no se calmaba, no hubo otra alternativa ", añade. El personal
militar encargado de sus cuidados ha difundido imágenes con el animal y
manifestaciones de pesar. "Hemos pedido un guerrero", aseguran.
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